Empezando por un consumo de moda responsable, os proponemos:

1. Comprar solo aquello que realmente os encante y que creáis que vais a utilizar más de 30 veces. Solo así conseguiréis respetar el ciclo de la vida de cada prenda. Para ello, haz una compra reflexiva, visualízate con la prenda, haz combinaciones en tu cabeza con diferentes opciones de tu armario... Esto te ayudará a evitar las compras impulsivas que realmente solo te hacen sentir mal.

2. Alquilar aquellas prendas a las que les vais a dar un uso más puntual, como pueden ser vestidos, conjuntos y complementos para eventos y celebraciones especiales, por ejemplo una boda o una graduación. Gracias a plataformas como Olibati encontrarás la opción de alquilar un vestido para una ocasión y devolverlo sin ninguna preocupación, pudiendo cambiar de outfit cada vez que quieras sin acumular ropa en el armario.

3. Comprar en tiendas vintage y de segunda mano, donde además de encontrar piezas originales con diseños únicos podréis haceros con últimas unidades de marcas de lujo con una calidad exquisita. Algunas de nuestras preferidas son Mosaiko o Piel de Mariposa, que además tiene un fin solidario, donando el 100% de sus ganancias al estudio y ayuda de las personas con esta enfermedad rara. En la Calle de Velarde, en pleno centro de Madrid, encontraréis una gran oferta de tiendas de este estilo: Williamsburg Vintage Clothes o Magpie Vintage son solo algunas de ellas.

4. Invertir en marcas sostenibles, con un proceso de producción transparente y responsable, que elaboren sus productos en materiales nobles, de calidad y que os duren para siempre. Es mejor invertir más en menos tiempo que comprar asiduamente porque tenemos que renovar continuamente prendas que se nos han estropeado por no tener la calidad adecuada. Para ello, solo hay que incluir en este proceso de compra la investigación previa de la marca: su historia, proceso productivo, valores etc. Y si en su página web no tiene esa información, igual tenemos que pensárnoslo...

5. Mirar la composición de las prendas antes de comprar. Cuanta menos mezcla de tejidos haya mejor, ya que a la hora de reutilizarlo después es más fácil. También, dar prioridad a las fibras naturales como el algodón, el bambú y los tejidos orgánicos y reciclados, que además de ser más agradables para la piel son más sostenibles.

6. Invertir en producto local y artesanal, para fomentar y ayudar a los pequeños negocios, que trabajan duramente por ofrecer un producto de mayor calidad y más original. Para ello, es muy importante investigar y leer revistas de moda y actualidad que nos mantengan al día de este tipo de marcas emergentes. También hay plataformas multimarca que trabajan por impulsar este tipo de negocios, ofreciendo una selección exclusiva en sus establecimientos, como Olibati, Vasquiat o Net-à-porter.

Otros hábitos que podéis incluir en vuestra rutina y que no tienen que ver con la moda son:

7. Reducir el uso de plásticos, que aunque parece complicado, empieza con algo tan fácil como el simple acto de llevar siempre una totebag contigo, por si realizas alguna compra poder llevarla ahí y no tener que recurrir a ningún tipo de bolsa. Otra simple acción que podéis incluir en vuestra rutina es el uso de botellas recargables y de bolsas de tela pequeñas para coger las frutas y verduras en el supermercado. En Mercadona por ejemplo, tienen las suyas propias que puedes comprar y reutilizar indefinidamente.

8. Comprar productos de temporada y de kilómetro cero. Es muy importante conocer cuáles son los productos de cada temporada y consumirlos en la época correspondiente, para seguir el ciclo natural de cada alimento. Esto hay que tenerlo en cuenta sobre todo en nuestra selección de frutas y verduras. Para ello, hay que conocer la procedencia de cada alimento, tanto por intentar apoyar a la economía de cada zona como por la menor necesidad de transporte y mantenimiento de la calidad del producto que requieren, factores que no vemos pero que contribuyen a la contaminación.

9. Comprar en mercados sostenibles y de barrio. Aunque los supermercados están muy bien, los mercados tradicionales recogen una variedad y calidad de producto superior. Si te sigue gustando más el formato supermercado, siempre hay alternativas ecológicas con las que poner en práctica hábitos responsables. Si estás en Madrid, te proponemos: Herbolario Navarro, La Magdalena de Proust o Supersano.

10. Reducir los desperdicios de comida. Para ello es muy importante no comprar más de lo necesario para evitar que se nos caduquen los alimentos. Un consejo para conseguirlo es hacerse un menú semanal en el que apuntar todas las salidas que vamos a hacer, cuándo vamos a comer en casa y el qué, para poder hacer una lista de la compra realista. Este control nos ayudará además en nuestra economía.